"Papá, de mayor quiero jugar al rugby como Marcos Poggi"

El rugby español se despidió hoy de los Juegos Olímpicos habiendo logrado el éxito de llamar la atención del público español y, en especial, de muchos niños en cuyas manos está hacer crecer este deporte.Manuel Pérez Bella
"Papá, de mayor quiero jugar al rugby como Marcos Poggi", esa frase dicha por un niño español a su progenitor le llegó al seleccionador de rugby 7, José Ignacio Inchausti, a través de un mensaje de Twitter y, para el técnico, ilustra el mejor resultado que han obtenido los Leones y las Leonas en Río.
"Eso es muy importante, que los jugadores sean referentes y que entremos en la casa de los españoles", dijo Inchausti tras el último partido de España en los Juegos.
El rugby, de hecho, ha tenido unas audiencias considerables en España, una media de cerca de 400.000 espectadores por cada partido de la selección y que llegó a un pico de casi 800.000 en el España-Fiyi femenino, según datos de Teledeporte.
Y que España haya participado en los Juegos, algo que se consiguió con mucho esfuerzo tanto en categoría masculina como femenina, puede ser "vital" para el futuro de este deporte, según Inchausti.
"Lo que necesita este deporte es desarrollarse, que la gente entienda lo que es, que es un deporte con mucha intensidad, mucha velocidad y para nada agresivo", comentó.
Lo que ha enganchado al espectador a la pantalla, en opinión de Inchausti, son los propios atractivos del rugby a siete, un deporte que es "tan diferente" del rugby a quince por ser muy intenso, pura velocidad.
Los jugadores españoles además han dejado una buena imagen, en opinión del seleccionador, y han mostrado a España que tienen "corazón y coraje".
El equipo español masculino se despidió en décima posición, con una única victoria en el torneo, ante Kenia, pero jugaron muy buenos partidos ante equipos favoritos, en especial contra Australia.
A las Leonas les fue incluso mejor, lograron clasificarse a cuartos de final como las segundas mejores terceras de la fase de grupo y concluyeron su participación en Río en séptima colocación y con victorias ante Kenia y un rival de peso como Fiyi.
Los chicos afrontaron los Juegos como un premio a su histórica clasificación, lograda en el torneo preolímpico y que fue fruto de mucho trabajo, incluido un mes de preparación en Fiyi.
En ese país oceánico, además de entrenar con equipos de elite, tuvieron que arrimar el hombro para proteger las instalaciones del hotel en el que se alojaban del impacto de un ciclón de categoría cinco que barrió la isla de Fiyi.
Uno de los que se perdió el preolímpico por una grave lesión, una rotura completa de los ligamentos cruzado anterior y lateral interno de la rodilla derecha, fue Marcos Poggi, pero el alero se negó a pasar por quirófano y tuvo una recuperación asombrosa en apenas dos meses que le permitió estar presente en Río.
Nacido en Córdoba, Argentina, hace 28 años y residente en Elche, España, desde los 13 años, donde se le considera como un ilicitano más, Poggi deja Río como la principal figura y máximo anotador de los Leones, con cuatro ensayos, 20 puntos, casi la mitad de los 43 que ha sumado el equipo.
Dos de esos ensayos, Poggi los logró nada menos que ante uno de los equipos más fuertes de la competición, Australia, contra el que España cayó por 26-12 en uno de los mejores partidos que tuvieron en la competición.
Su juego no sólo se ganó el respeto del mundo del rugby, sino que también ha encantado a los chavales que le vieron por televisión y que, gracias a él, ahora pasarán a interesarse por el balón ovalado.